Como ya es tradicional, el pasado domingo, solemnidad de la Sagrada Familia, aprovechamos los días en los que los emigrados retornan a casa para estar con la familia para agasajarlos con unas migas en la Ermita.

La Eucaristía celebrada por don Juan y concelebrada por don Emilio, en una ermita que se quedó pequeña, tuvo momentos destacados, como la bella homilía o el momento en que los niños se acercaron al presbiterio para rezar junto a Don Juan cerca de Nuestra Patrona.

Tras esto, dimos paso a la convivencia en los Salones, y dimos cuenta de unas estupendas migas, sardinas asadas y salchichas con las que año tras año nos deleitan los magníficos cocineros. Nuestro agradecimiento y reconocimiento por esta gran labor que realizan.

Gran éxito de asistencia, siendo el doble que el año pasado. Esperamos que todos quedárais satisfechos con el gran día compartido.