El amigo Antonio Donave en su perfil de Facebook ha publicado estos días una bella entrada que compartimos a continuación.
En ella, nos acerca algo que estamos muy acostumbrados a ver, pero desde la lejanía, sin poder apreciar los detalles ni la historia que hay detrás de ellas; hablamos de las campanas de la Iglesia de Santiago.
Cada una de ellas tiene un nombre, y como no podía ser de otra forma, una de las campanas, concretamente la que mira al este tiene por nombre Virgen de las Cruces.
Os dejamos el texto que Antonio ha publicado en su Facebook, así como las imágenes.
DON BENITO. EL CAMPANARIO DE SANTIAGO
Entre los años 1885 y 1887 se construyó la torre de la iglesia de Santiago de Don Benito, para sustituir a la primitiva torre que se encontraba en mal estado de conservación. La construcción de esta torre fue bajo la dirección del arquitecto Don Vicente Paredes y Guillén y financiada Doña María del Consuelo de Torre-Isunza y Alguacil-Carrasco con doscientos mil reales.
Esta torre de 40 m. de altura acoge al campanario, un cupulino o linterna así como el reloj, su revestimiento es de granito de Quintana de la Serena y fue realizado en el año 1965. Una de las finalidades del campanario es la de convocar la asistencia de los feligreses al servicio religioso o a los ciudadanos en general. En este concretamente podemos ver 4 grandes campanas, mirando a los 4 puntos cardinales, la mayor de todas ellas es la que mira a poniente. Deben de tener todas un nombre, en la que mira al este se puede leer “Virgen de Las Cruces” mientras en la que mira al norte su grabado dice: “Virgen de Guadalupe”, en las otras dos fue imposible leerlo pues están cubiertas de excrementos de palomas. Estas campanas antiguamente de tocaban por dentro con un badajo que aún conservan y manualmente pero actualmente se han orientalizado y se tocan por fuera con un mecanismo eléctrico programado.
Antiguamente las campanas señalaban también las incursiones de tropas enemigas, los incendios, el toque de queda o incluso las epidemias.