¡Bienvenida, pasa adelante, esta es tu casa, este es tu hogar!

Con esta canción recibimos cada año a nuestra Madre, nuestra Patrona, la Virgen de las Cruces. Y así también recibimos a la Inmaculada de Éfeso, que tras muchos kilómetros llegó a nuestra ciudad en su peregrinaje por toda España.

Bienvenida a Don Benito, bienvenida al Santuario de Nuestra Señora de las Cruces.

La Hermandad de Nuestra Señora de las Cruces de Don Benito se siente muy orgullosa de que la iniciativa “Madre Ven” visite el Santuario de nuestra Patrona.

Agradecer al Grupo de Voluntarios de Don Benito, que a propuesta de nuestras queridas Madres Carmelitas, han conseguido que la Inmaculada peregrina llegue al Santuario. Este grupo y los miembros de la Hermandad de la Virgen de las Cruces han trabajado en equipo junto a los párrocos de las cuatro parroquias de Don Benito, para que veamos esta imagen: la Inmaculada peregrina de Éfeso ante Nuestra Señora de las Cruces; un pequeño regalo a las Madres Carmelitas, que durante todo el año nos tienen en sus oraciones.

Son muchos los kilómetros que la Imagen que contemplamos lleva a sus espaldas. Simbólicamente desde Éfeso, en la actual Turquía, lugar donde la Virgen María vivió sus últimos años en compañía de San Juan Evangelista. Ya en España, desde la Basílica del Pilar en Zaragoza a la Catedral de Santiago de Compostela, rememorando la visita de la Virgen María al Apóstol Santiago. Y desde Santiago, al Cerro de los Ángeles en Getafe, pasando por diferentes santuarios marianos de España, haciendo hincapié en estos lugares santos, como emblema de la devoción a la Virgen María que existe en nuestro país, “Tierra de María”.

Se celebró una eucaristía al aire libre en el Santuario, presidida por la Inmaculada de Éfeso y una pequeña talla de la Virgen de las Cruces.
Estuvieron presentes los párrocos de Santiago, don Fermín Solano; Santa María, don Juan Manuel de Miguel; el Superior de la Comunidad Claretiana de Don Benito, don José Antonio Álvarez Cabero; el capellán del Hospital Don Benito-Villanueva, don Luciano Alberca; y varios seminaristas de la diócesis de Mérida-Badajoz y Plasencia.
El pueblo de Don Benito arropó a la imagen con sus rezos y cantos.

Que la visita de la Inmaculada peregrina nos aliente a seguir a Jesús, como lo hizo María. Abramos nuestro corazón a nuestra Madre, y dejemos que nos llene de sus gracias.

“Madre de Esperanza, pilar de nuestra Tierra, Inmaculado Corazón que triunfa.

¡Madre Ven! Que tus hijos hoy te esperan con amor para llegar a nuestro Dios”.

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Fotografías: Rubén Gordo Capilla