A finales de la primavera de este año, doña Maribel Parejo manifestó su intención de dejar el puesto de ermitaña del Santuario de Nuestra Señora de las Cruces. Hecho que se materializa en el día de hoy.

Han sido dos años en los que no solo se ha encargado del cuidado y mantenimiento del recinto de la ermita, sino que también ha sido anfitriona de los devotos, y fiel testigo de la fe de todo un pueblo, y en los que ha podido estar muy cerca de nuestra Madre.

Desde la Hermandad y su Junta Rectora queremos agradecer sinceramente tu generosa entrega. La Virgen de las Cruces sabrá recompensar tu labor.

Que tu camino continúe lleno de paz, salud y gratitud, y que Nuestra Señora de las Cruces te acompañe siempre.