Dos años después, su pueblo amado pudo acompañar a la Virgen de las Cruces hasta su Santuario. Después de una tarde emotiva, y una noche de vela. Las costaleras llevaron en volandas a nuestra Madre para ser recibida entre aplausos en una abarrotada Plaza de España.

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Las medidas sanitarias que aún se mantienen obligaron a que el traslado de nuestra Patrona se realizase en vehículo. A paso lento, los fieles acompañaron durante los siete kilómetros que separan la iglesia de Santiago de la ermita de Nuestra Señora. A lo largo del recorrido cantos, rezos y vivas a la Virgen.

A su llegada al Santuario se celebró la eucaristía presidida por el padre Javier Travieso cmf, hijo de Don Benito y Obispo Vicario del Vicariato de San José del Amazonas en Perú, que declamó una homilía sobre nuestra Madre como solo un hijo sabe hacer.

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Tras la eucaristía, la procesión alrededor de la ermita y la entrada de la Virgen en el templo daban comienzo a una jornada de convivencia en el entorno del Santuario.

Agradecer a Capilla Fabricación Maquinaria Agrícola, S.L. por la cesión del vehículo y el traslado de la Virgen a su Santuario.

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📸 Rubén Gordo Capilla